Por: IRIDE ISABEL MARIA GRILLO
En instancias tan difíciles de la vida de los argentinos,propongo y pido un tiempo de reflexión, que nos permita reencontrarnos más allá de las legítimas diferencias y disensos, reconociéndonos como hermanos,esencialmente libres e iguales y no como enemigos.
Es tiempo de abrir nuestros espíritus y de que con verdadera entrega y paciencia sin límites, retomemos el camino del diálogo, superador de la discordia y el conflicto, para reestablecer la Paz Social,a partir de la Verdad y la Justicia, porque de lo contrario esa paz es ficticia y no perdura.
Es tiempo de que con coherencia en el pensar,el sentir,el decir y el hacer,cada uno desde su posición privada o pública, depongamos actitudes egoístas y soberbias emprendiendo el logro de los grandes desafíos pendientes,con los que menos tienen y más nos necesitan.Es tiempo de recuperar la mística del poder y de actuar con Temor de Dios, que tanta falta nos hace,especialmente a los poderosos y a los gobernantes,para que entendamos de una vez por todas que estamos de paso, y que en en la república las autoridades públicas estamos para servir a los ciudadanos y no para ser servidos.
Es tiempo de volver a nuestros principios, a las fuerzas morales que nos rigen y ponen en movimiento y de las que en ninguna circunstancia debemos claudicar,porque las claudicaciones luego pesan sobre las conciencias individuales y la memoria colectiva. Recordando a José Ingenieros cuando expresaba que las fuerzas morales ya no deben ser entendidas como virtudes de catálogo, sino moralidad viva y que el perfeccionamiento de la ética no consiste en reglosar categorías tradicionales. Por eso nacen, viven y mueren en función de las sociedades,las cuatro virtudes cardinales: Prudencia, Templanza, Coraje y Justicia, que eran ya para los socráticos formas diversas de una misma virtud: LA SABIDURÍA. Es tiempo de fomentar vínculos solidarios que permitan afianzar los consensos, para lograr la ansiada unidad nacional,como uno de los objetivos preambulares pactados y supremos,no viendo al otro como el enemigo sino como al diferente, solidarizados en las pequeñas y grandes cosas, participando responsablemente,abogando por nuestros derechos y cumpliendo nuestros deberes.
Es tiempo de recuperar los valores morales y políticos el amor a la patria y a la igualdad, la consagración del individuo a la comunidad. Los presentes tiempos sociales, requieren del necesario diálogo sincero,como mecanismo de control social en una sociedad democrática,priorizando el Bien Común,por sobre los bienes individuales y sectoriales,recordando que hay una brecha entre la firmeza y la soberbia,esa brecha se llama humildad y que lejos de debilitarnos es una Virtud que nos engrandece y fortalece.
Iride Isabel María Grillo: Juez en lo Civil y Comercial de la Sexta Nominación, Primera Circunscripción, de la Provincia del Chaco-Docente Adjunta de la Cátedra 'A' de Derecho
sábado, 29 de marzo de 2008
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